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Temas de cultura hispánica


  Los años 20 y 30     Antes de leer     A leer     Después de leer                  Historia  

 

Ámbito 1. Un poco de historia

Los años 20 y 30

A leer. Hisp@cultura responde 

1. Un contexto de crisis

     A partir de 1917, España entra en un período de inestabilidad política, económica y social. El caos se instala paulatinamente. Para entender esta situación, hay que remontarse al principio de la Primera Guerra Mundial,en la que España no participa. La consiguiente neutralidad tendría que traer consecuencias favorables, sobre todo a nivel económico. A pesar, pues, del aumento de las exportaciones y de la disminución de las importaciones (lo que acarrea la creación de industrias de sustitución), la situación de la población no mejora. En efecto, se produce un aumento de los precios que no coincide con un aumento de los sueldos. Los beneficiarios de la situación son los más favorecidos.

     Se inicia una crisis social, agudizada por una revuelta de los militares (tensiones en el seno del ejército entre la parte africana y la parte peninsular), así como por el descontento de los parlamentarios. Una parte de éstos, alentados por las fortunas colosales que han almacenado a raíz de la guerra (cf. novela de Eduardo Mendoza La verdad sobre el caso Savolta), aspiran a alcanzar la modernidad que tanto echa de menos el país desde finales del siglo XIX. Luchan para que se pongan en pie verdaderas instituciones y se instale un régimen parlamentario.

     La crisis social es, con creces, el elemento más preocupante. En efecto, la neutralidad mantuvo a la mayoría en la miseria. Se observa un aumento de la adhesión a los sindicatos: U.G.T. y C.N.T. (sindicato anarquista). El sector obrero quiere dejar claro que los que detienen el poder deberán contar con ellos. Emprenden huelgas generales, las que son duramente reprimidas por las autoridades. Los disturbios se reanudan a partir de 1919 y la situación es muy tensa en Cataluña, donde se produce una retahíla de atentados y de represalias, tanto por parte de los obreros como de las fuerzas del orden. El gobierno no consigue hacer frente a la situación y en 1923 se produce el golpe de Estado de Primo de Rivera. 

2. La dictadura de Primo de Rivera (1923-1931)

      El 15 de septiembre de 1923, el Rey proclama a Primo de Rivera « presidente del directorio militar encargado del gobierno », provocando el alivio de gran parte de la población, que ve en el general un hombre progresista capaz de enderezar el rumbo del país.

     A nivel político,  Primo desarrolla una visión muy pragmática, mezcla de fascismo, catolicismo social y regeneracionismo* tardío. Su meta es que España vuelva al primer plano a nivel internacional, y para llevar a cabo su proyecto hace hincapié en la comunidad de lengua y de cultura que une a los diferentes componentes del « mundo hispánico ». De ahí que sea el primero en reanudar las relaciones con Hispanoamérica.

     Se suele considerar que la dictadura lorgró equilibrar la economía del país (mediante la construcción de grandes obras y la nacionalización de empresas), además de haber colaborado con sindicatos y partidos para aportar soluciones a los problemas sociales. Con todo, su Gobierno consigue una « modernización » de la nación.

     Sin embargo, El gran escollo, que no consigue solventar Primo de Rivera es el tema de las autonomías. En efecto, el dictador rechaza las ansias de autonomía de catalanes y vascos, porque quiere mantener un Estado centralizado fuerte.

     Se le reprocha también el no haber hecho nada concreto para solucionar el problema agrario (desigual repartición de las tierras, caciquismo). No va a repartir la tierra de manera más equitativa y se limita a mejorar el riego.

     Frente al creciente descontento de un parte del Ejército, de los estudiantes, nacionalistas y anarquistas, Primo de Rivera se ve obligado a dimitir el 28 de enero de 1930. Los partidarios de la República aprovechan para presionar al rey Alfonso XIII, el que abdica y se proclamándose la Segunda República el 14 de abril de 1931.

3. La Segunda República (1931-1936)

3.1. Un primer mandato de la izquierda (1931-1933)

     Las primeras elecciones se acaban con la victoria de republicanos y socialistas. El nuevo  presidente, Niceto Alcalá Zamora, y su Gobierno inician una serie de reformas audaces para modernizar el país, entre las cuales la reforma agraria. Ésta se presenta como una ley radical para un reparto más justo de la tierra. Lamentablemente, la aplicación es muy lenta y la economía rural muy desorganizada, con lo cual los primeros resultados son poco alentadores.

     A nivel religioso, España se convierte en un Estado laico, en el que todos los elementos católicos desaparecen por completo, ofreciendo de este modo un primer pretexto a la oposición para combatir al nuevo régimen.

     En cuanto a los militares, todos no se oponen a la República, pero gran parte apoya a la derecha. El Gobierno toma medidas para debilitarlos indirectamente, para limitar su poder. Las tensiones se agudizan en 1932, cuando el general Sanjurjo protagoniza un intento fallido de golpe de Estado.

     Sigue vigente el problema regional, ya que el nuevo Gobierno otorga la autonomía a las regionesgobernadas por la izquierda (Cataluña), y no a las que son más bien de derecha como el País Vasco.

     La reforma agraria desemboca en un fracaso,  a causa de la oposición de los pudientes, apoyados por la derecha y el centro, en su voluntad manifiesta de que las cosas no cambien. Los sucesos de Casas Viejas* acaban de debilitar al Gobierno.

3.2. La derecha en el poder (1933-1935)

     A raíz de la lentitud de las reformas emprendidas y de sus repetidos fracasos, el Gobierno se ve obligado a convocar elecciones en noviembre de 1933. Éstas se saldan con la victoria aplastante del centro derecha (CEDA) y Alejandro Lerroux se convierte en jefe del gobierno. Se inician una serie de medidas que constituyen una vuelta atrás con respecto a las reformas emprendidas por el gobierno de izquierda. Así, los campesinos se quedan sin las tierras que habían recibido a consecuencia de la reforma agraria. Esta y otras medidas reaccionarias generan una creciente agitación social, que culmina en Asturias y Cataluña, dónde los disturbios son reprimidos de forma muy violenta.

      Nuevamente, se convocan elecciones en 1935 y triunfa el Frente Popular (unión de las distintas tendencias de izquierda en un bloque), que designa a Manuel Azaña como presidente de la República y a Casares Quiroga como presidente del Gobierno. Se intensifican los enfrentamientos entre la izquierda y la derecha (asesinato de Calvo Sotelo), hasta que el 31 de diciembre de 1935 las Cortes quedan disueltas.

4. La Guerra Civil

4.1. Fuerzas en presencia

     La rebelión de los militares no se produce de la noche a la mañana, sino que se venía preparando desde la victoria del Frente Popular. El 18 de agosto, el general Queipo de Llano toma Sevilla; el 19, Franco se traslada a Canarias y toma el mando del Ejército de África.

     Empieza uno de los períodos más sangrientos y traumáticos de la historia española. Se enfrentan dos Españas antagónicas, una liberal, laica, industrializada, la otra reaccionaria, católica y esencialmente campesina. Entran en conflicto dos estructuras sociales, dos conceptos de la nación, y la lucha armada es también una lucha de clases entre republicanos burgueses y nacionales proletarios.

     A nivel militar, el bando republicano está constituido por milicias desperdigadas, apoyadas un tiempo por las famosas Brigadas Internacionales. Del lado nacional, las tropas coloniales y peninsulares conforman un verdadero ejército que cuenta además con el apoyo de italianos y alemanes. Por supuesto, reina una mayor desorganización en el bando republicano, que además se agudiza a causa de las tensiones entre anarquistas, socialistas y comunistas.

     Los combates se acompañan de un derroche de violencia y de crueldad. El objetivo no es ganar una batalla, sino más bien aniquilar al adversario. Cada zona se convierte en un infierno para los que representan al adversario (curas y religiosos en la zona republicana, comunistas en la zona nacional). Aunque ambos bandos actúen con semejante barbaridad, los nacionales sufren el agravante (que no se da en los republicanos) de que la crueldad es una verdadera consigna por parte de las autoridades, mientras que, en el bando republicano, es el resultado del caos, pero en ningun momento es apoyada por las altas esferas del poder.

4.2. Los hitos del conflicto

     La conspiración se gesta en y simultáneamente en la península, en Pamplona, que se convierte en el centro de las maniobras de los nacionales. En julio de 36, toda Navarra está en manos de los rebeldes. Pronto caen Burgos, Valladolid, Sevilla, Pamplona, Cádiz, Oviedo o Zaragoza. Franco progresa y toma el control de Extremadura y Toledo hasta llegar a las puertas de la capital.

     Barcelona, Bilbao, Madrid y Málaga siguen en poder de los republicanos. En líneas generales, las zonas industriales son republicanas, mientras las áreas campesinas pertenecen al bando rebelde. Las batallas más famosas (y sangrientas) son las de Teruel (diciembre de 1937-febrero de 1938), con victoria final de los nacionales, y que significa el principio del final de la guerra), la batalla del Ebro, (última ofensiva de los republicanos, en agosto de 1938); y, por supuesto, la de Madrid, en la que nacionales y republicanos libran un combate encarnizado.

     Poco a poco, la desorganización de los republicanos y la superioridad logística de los nacionales (gracias a la importante ayuda de italianos y alemanes) van a permitir a éstos últimos aislar a sus adversarios en Madrid y Barcelona, la cual, tras múltiples intentos fallidos de los nacionales, acaba cayendo en febrero de 1936. Se aproxima la victoria de los rebeldes, que es efectiva tras la caída de Madrid, en marzo de 1939.  

    Comprensión lectora

Di si las afirmaciones siguientes son verdaderas o falsas

1. Primo de Rivera llegó al poder en 1921.

VERDADERO FALSO        

2. Los grandes problemas con los que Primo de Rivera tuvo que enfrentarse y no supo arreglar, tienen que ver con la enseñanza, las autonomías y el Ejército.

VERDADERO FALSO        

3. Entre 1931 y 1933 gobernó la derecha.

VERDADERO FALSO        

4. Se ha hablado de calificar a este período de « bienio reformador ».

VERDADERO FALSO        

5. La coalición de centro-derecha que llegó al poder en el 33 se llamaba CEDA.

VERDADERO FALSO        

6. Los militares no estaban conformes con la victoria del Frente Popular en las elecciones del 35.

VERDADERO FALSO        

7. La desorganización reinaba en el bando de los nacionales.

VERDADERO FALSO        

8. El derroche de violencia fue muy salvaje en los dos bandos.

VERDADERO FALSO        

9. La victoria de los nacionales en Teruel significó el principio del final de la guerra.

VERDADERO FALSO        

10. El apoyo internacional fue decisivo para la victoria final de los nacionales.

VERDADERO FALSO        

  

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Dernière mise à jour : 22/01/2004