Ámbito 2. Un poco de literatura
El
Cantar de Mio Cid
A
leer. El destierro del Cid
Aquí tienes el íncipit
del « Cantar » (las dos primeras
tiradas), en el que se narra la triste
marcha del Cid, el adiós a su tierra y a sus pertenencias. Esta versión del
texto ofrece una reconstrución de los primeros versos del Cantar, que se han
perdido. El texto propiamente dicho empieza en el verso « Los ojos de mío Cid
mucho llanto van llorando ».

1
Envió a buscar a
todos sus parientes y vasallos, y les
dijo cómo el rey le
mandaba salir de todas sus tierras y
no le daba de plazo más
que nueve días y que quería saber
quiénes de ellos
querían ir con él y quiénes quedarse.
A los que conmigo
vengan que Dios los dé muy buen pago
también a los que se
queden contentos quiero dejarlos.
Habló entonces Alvar
Fáñez, del Cid era primo hermano :
« Con vos nos iremos
Cid, por yermos y por poblados
no os hemos de faltar
mientras que salud tengamos,
y gastaremos con vos
nuestras mulas y caballos
y todos nuestros
dineros y los vestidos de paño,
siempre queremos
serviros como leales vasallos. »
Aprobación dieron todos
a lo que ha dicho Don Alvaro.
Mucho que agradece el
Cid aquello que ellos hablaron.
El Cid sale de Vivar, a
Burgos va encaminado,
allí deja sus palacios
yermos y desheredados.
Los ojos de Mío Cid mucho llanto van
llorando
hacia atrás vuelve la
vista y se quedaba mirándolos.
Vio cómo estaban las
puertas abiertas y sin candados,
vacías quedan las
perchas ni con pieles ni con mantos,
sin halcones de cazar y
sin azores mudados.
Suspira el Cid porque
va de pesadumbre cargado.
Y habló, como siempre
habla, tan justo y tan mesurado :
« ¡Bendito seas Dios
mío, Padre que estás en lo alto !
Contra mí tramaron esto
mis enemigos malvados. »
2
Ya aguijan los caballos,
ya les soltaron las riendas.
Cuando salen de Vivar
ven la corneja a la diestra,
pero al ir a entrar en
Burgos la llevaban a su izquierda.
Movió Mío Cid los
hombros y sacudió la cabeza
« ¡Animo, Alvar Fáñez,
ánimo, de nuestra tierra nos echan,
pero cargados de honra
hemos de volver a ella ! »
Fuente :
SALINAS (P.), Poema de Mío Cid, Madrid, Selecta de Revista de Occidente, 1969, pp. 17-19.
|