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Ámbito 1. Un poco de historia España durante los siglos XVI y XVII
A leer. Hisp@cultura responde. Tras la Edad Media, emerge una serie de figuras imprescindibles que fomentan la entrada de España en la Era Moderna. Entre ellas, los llamados « Reyes Católicos », Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, son los primeros en lograr la unidad entre dos reinos importantes de la Península. Los hitos de su reinado, cristalizados en una única fecha (1492), radican en :
Con la doble expulsión de « moros y judíos », se ve realizado el sueño de muchos nostálgicos del período visigodo : la vuelta a una España unida, bajo el signo del cristianismo. Así, los dos primeros acontecimientos relevantes están vinculados a una voluntad de echar de España a todos los elementos « extraños », antes de emprender la ampliación del poder de la corona española sobre las tierras ultramarinas. Tras el reinado de Fernando e Isabel, los problemas de sucesión se multiplican, y en 1516 el poder recae en manos del joven Carlos I, nieto de Maximiliano de Austria (rama de los Habsburgo) e hijo de Felipe El Hermoso y Juana La Loca. Tras la muerte de su abuelo, en 1519, hereda el título de Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico. Con todo, el que de ahora en adelante recibe el nombre de Carlos Quinto (es el quinto de los Habsburgo en llamarse Carlos, pero en España se trata de Carlos I), está situado a la cabeza de un Imperio que suma : la corona de Castilla (legado de su abuela) y los territorios que dependen de ésta, es decir Navarra y Las Indias Occidentales. Por parte de su abuelo materno, Fernando El Católico, hereda las coronas de Aragón y de Nápoles. Su abuela paterna, María de Borgoña, le transmite Los Países Bajos y el Franco Condado. Por último, su abuelo paterno, Maximiliano, le lega las tierras de los Habsburgo en Alemania. De un modo más sintético, cabe citar la expresión ya consagrada según la cual Carlos V posee « un imperio en el que el sol nunca se pone », en otras palabras, uno de los imperios más extensos y ricos de la historia de la humanidad. Su objetivo, al iniciarse su reinado en 1516, es doble : por una parte, quiere contener a los turcos y expulsarlos de los territorios fronterizos con Europa, y por otra, mantener a toda costa la unidad religiosa. Es interesante señalar que, para Carlos V, Hispanoamérica no era una prioridad, ni mucho menos, a pesar de que el dinero que de ella provenía servía muchas veces a pagar sus deudas. Otro elemento relevante tiene que ver con la mentalidad todavía un tanto « medieval » de Carlos V. En efecto, la cruzada contra los turcos y la noción de « cristiandad » vienen en línea recta del pensamiento medieval. De hecho, al final de su reino, se empiezan a vislumbrar, incluso dentro de la Península, las luchas religiosas que desembocarán en verdaderas guerras bajo el reinado de su hijo Felipe II. En la línea esbozada por su padre, su reinado, muy controvertido en los Países Bajos, se caracteriza por una lucha feroz en contra de la Reforma que intentan impulsar grupos cada vez más amplios, que se inspiran de los escritos de Lutero y Calvino, así como por la voluntad de emprender una cruzada en contra de los turcos, que amenazan la integridad del Imperio cristiano. A este respecto, hay que resaltar que Felipe II ya no es emperador, sólo ha heredado de su padre las coronas de Aragón y Castilla, así como los Países Bajos y las tierras de ultramar. Los dos ejes de la política de Felipe II son la lucha contra los turcos y el intento de erradicación de las « herejías » protestantes. En cuanto al primer objetivo, la flota española, la « invencible armada » gana la famosa batalla de Lepanto (1571) y consigue quebrar definitivamente las ambiciones turcas en Europa. La lucha contra el protestantismo en Flandes desemboca en un fracaso para Felipe II. En efecto, los Paises Bajos siempre representaron un problema para el monarca, ya que, al contrario de su padre, no nació allí, y además le gustaba poco viajar. Por consiguiente, nunca logró entender los problemas que surgieron en las 17 provincias, lo cual desembocó, a partir de más o menos 1575, en la progresiva separación de Holanda (la parte de Flandes que acoge al mayor número de protestantes) bajo el poder de Guillermo de Orange, separación que sólo será efectiva en 1579. Los sucesores de Felipe II, Felipe III (1598-1621), Felipe IV (1621-1665) y Carlos II (1665-1700) han sido descritos por los historiadores como ejemplos perfectos de « fin de raza ». Sin embargo, hay que insistir en que las circunstancias influyeron mucho en la paulatina decadencia de España, que fue poco a poco perdiendo su hegemonía. Los tres últimos Habsburgo que reinaron en España comparten las características siguientes en cuanto a los resultados de su labor política :
1. el
advenimiento de « validos » que
ejercen el poder efectivo en nombre del rey, Carlos II, el último Habsburgo, muere sin descendencia y se inicia en España el reinado de los Borbones, dinastía de origen francés, a la que pertenece el actual rey Juan Carlos.
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Responsables académicos : Geneviève Fabry y Pablo Decock Responsables informáticos : J. Schumacher y B. Maroutaeff Conceptores de la página: Geneviève Fabry y Alexis Alvarez Barbosa Dernière mise à jour : 01/02/2004 |